El Tiempo

Presiona el tiempo o nosotros nos presionamos?

El tiempo va pasando y la sensación es de tener que hacer cosas. Imagínate un ser que nunca muere, alguien que no tiene prisa, entonces ¿qué más da hoy que mañana? No habrían más esas frases de: es que no me da tiempo, tengo que hacer algo el finde…

La inmortalidad es un castigo al que los seres de la oscuridad han sido condenados. La sensación de que algo se acaba hace que te preocupes por aprovechar o de malgastar.
Ojalá no tuviéramos que trabajar por obligación, pero la mayoría de veces es así y gracias a ello podemos obtener muchas cosas en nuestro tiempo libre, este lo deberíamos aprovechar para relajarnos, olvidarnos esporadicamente del reloj, aprovecharlo de forma activa, preocuparnos en viajar, callejear, escuchar música, arreglar ese jardincito, conversar.

Acostumbramos a planificar los días al detalle porque tener tiempo libre y no saber que hacer nos atemoriza.
Aprender a vivir cada instante agudizando la percepción, vivir el presente, así la percepción del tiempo cambiará, cuantas más impresiones sensoriales registremos de cada momento más rico y dilatado nos parecerá el tiempo cuando echemos un vistazo atrás.
Lo que percibimos como tiempo es una mera cantidad de información, cuantas más señales más largo parecerá el periodo pasado ya que habrán más cosas en la memoria que recordar, más novedades, más cambios, si por el contrario nos limitamos a trabajar (o no), y echamos un vistazo al pasado escribiremos dos páginas de nuestra vida de 10 años vividos (triste).
El entretenimiento electrónico como ordenadores, video consolas, televisión... harán que el tiempo nos pase volando, lo que a la larga reduce la vida ya que dejará un agujero negro detrás de ti (donde no hay nada).

Para conseguir decidir sobre nuestras preferencias (qué hacer?) nuestra razón deberá fijar prioridades. Debo hacer esto ahora? Lo otro lo puedo dejar para después?, estoy dispuesto a cargar con las consecuencias del aplazamiento?, si miramos con objetividad a veces los motivos de nuestros dolores de cabeza parecen ridículos.

Y para conseguir nuestras preferencias, deberemos concentrarnos, aquí te doy tres consejos :)
- haz una lista de tareas
- si esa tarea a realizar te provoca demasiada tensión, subdivídela en partes (si quieres hacer un trabajo, empieza por algo, por ejemplo el índice) una vez acabada una parte ya empezarás la otra.

- cuando estés en faena y te vengan cosas a la cabeza que te puedan distraer (emails, teléfono, buscar algo en internet...), apúntatelas en un papel y sigue con la faena puesto que perderte un poco puede provocar perder informaciones importantes y recuperarlas te puede costar el doble de tiempo.

Hay que descubrir paso a paso la alegría de hacer las cosas.

"El tiempo" de Stephan Klein